Los Grandes Boulevares de París
Los bulevares comenzaron a construirse en el siglo XVII en el lugar en el que se hallaban las antiguas murallas de la ciudad. Sus calles se adoquinaron a finales del siglo XVIII y la iluminación a gas llegó
Los bulevares comenzaron a construirse en el siglo XVII en el lugar en el que se hallaban las antiguas murallas de la ciudad. Sus calles se adoquinaron a finales del siglo XVIII y la iluminación a gas llegó a principios del XIX.
Las Galerías comerciales
Gran parte del carácter antiguo de la zona lo ostentan las galerías comerciales con arcadas que datan de tiempos napoleónicos. Se conocen como galeries o passages y fueron restauradas para devolverles su antiguo esplendor en los años 70.
La Galerie Vivienne, la más elegante de todas, posee una elaborada solería de mosaico de colores. El Passage des Panoramas, el Passage Verdeau y el Passage des Princes tienen un estilo cercano al del viejo París. En estas calles abundan las tiendas exclusivas de alimentación y son famosas por sus fabulosos escaparates.
Grandes teatros
En la zona de los Grandes Bulevares se encuentran también muchas salas de teatro herederas de la tradición instaurada a mediados del siglo XVII, cuando se demolieron las murallas y florecieron los teatros de comedias y de género ligero.
Para revivir el espíritu de la época, conviene acercarnos a conocer Le Sentier des Halles, un teatro ubicado en la Rue d’Aboukir. Es el lugar elegido por los nuevos artistas para hacerse conocer por el gran público y, a menudo, otros ya reconocidos deciden regresar a este teatro para recordar sus orígenes y recuperar sus raíces.
Más lugares con encanto
En los bulevares Des Capucines y Des Italiens podemos encontrar las más importantes salas de cine, así como bancos de fachadas imponentes como el Banco Nacional de París. En el Bulevar Montmartre encontraremos tiendas de ropa y mucha animación. En cambio, el Passage Jouffroy conserva su atmósfera poética y misteriosa.
Actualmente muchas tiendas han sido reemplazadas por negocios de alta tecnología por lo que ya se empieza a hablar de «Silicon Sentier», pero todavía hoy se puede revivir el auténtico sabor del distrito, sobre todo los domingos cuando sus calles se hacen peatonales. Aunque cualquier otro día, el esplendor de los grandes bulevares compensara también el ajetreo de paseantes, turistas y hombres de negocios que frecuentan la zona circundante a la Ópera.
Por otro lado, entre la Ópera y el río Sena se extiende la zona de Les Tuilleries, con la Plaza de la Concordia en su extremo oeste y el Museo del Louvre en el este. Elegantes plazas y cuidados jardines le confieren a la zona su carácter especial e inigualable. Paralelas al Jardín des Tuilleries discurren dos de las calles más comerciales de París, la Rue de Rivoli y la Rue Saint Honoré, llenas ambas de comercios elitistas, librerías antiguas y hoteles de cinco estrellas. Llegar a la zona de los Grandes Bulevares es muy fácil tanto en metro (parada Opera) como en autobús (39 y 48).