Montparnasse
Cuando a principios del siglo pasado los artistas que dejaron Montmartre, fueron a instalarse en la orilla izquierda, en un barrio llamado desde el medioevo Montparnasse (bautizado así por los estudiantes que acudían a recitar
Cuando a principios del siglo pasado los artistas que dejaron Montmartre, fueron a instalarse en la orilla izquierda, en un barrio llamado desde el medioevo Montparnasse (bautizado así por los estudiantes que acudían a recitar poesía e este barrio en honor al monte en el que moraban las musas en la mitología griega). Después llegaron refugiados políticos rusos y escritores norteamericanos, como Hemingway.
Otros artistas que se reunieron en Montparnasse fueron Pablo Picasso, Guillaume Apollinaire, Nina Hamnett, Amedeo Modigliani, Ford Madox Ford, Toño Salazar, Max Ernst, Marcel Duchamp, Juan Gris, Ángel Zarraga, Diego Rivera, Salvador Dalí, Henry Miller, Samuel Beckett, Joan Miró y, en sus años de declive, Edgar Degas.
Como otras zonas de París, Montparnasse se distinguió en la primera mitad del siglo XX por ser foco de atracción para artistas de la más diversa índole, dando como resultado una enorme profusión de teatros que todavía hoy en día se mantienen abiertos, sobre todo en la Rue de la Gaite.
Desde la década del sesenta el barrio fue modernizándose, ejemplo de lo cual es la Torre Montparnasse, que data de 1973 y que, con 210 metros de alto y 59 `pisos, fue en su momento la torre más alta de Europa. En el piso 56 se realizan exposiciones, hay un restaurante y tiendas. El panorama de París desde allí y desde el último piso es espectacular. Más información en www.tourmontparnasse56.com.
Uno de los más conocidos emblemas de este barrio, el Cementerio de Montparnasse, da cobijo a los restos de algunos personajes distinguidos como Sartre, Beauvoir, Cortazar, Man Ray, Baudelaire o Beckett
Por otro lado, las catacumbas se crearon en 1810, para solventar los problemas de higiene que sufría París debido a la gran cantidad de cementerios que había. Así que se exhumaron los huesos y se almacenaron en unas canteras que en ese entonces estaban es desuso. La entrada es en un pequeño edificio de color verde en el centro de la place Denfert Rochereau. Al pasar por los 1,6 km de túneles a 20 metros bajo tierra se pueden ver montones de cráneos y huesos de millones de parisinos. A la salida unos guardias registran los bolsos, por si algún visitante decide llevarse algún hueso de recuerdo.
Esta área es también conocida por sus cafeterías y bares, como los restaurantes bretones especializados en crepas localizados a pocas manzanas dela Estación de Montparnasse.
Muy cerca, el barrio de Luxemburgo, es un área pequeña en la destaca el Palacio de Luxemburgo y sus preciosos jardines, uno de los pulmones verdes de la ciudad. El Palacio, construido para María de Médicis, fue cárcel durante el periodo revolucionario y en la actualidad aloja el Senado francés. Algo más al norte se encuentra la Iglesia Saint Sulpice.